RESPUESTA A CARTA DE JULIO BUENO POR PARTE DE ESTUDIANTE DEL CONSERVATORIO

KAROLL NIQUINGA ACOSTA A LA COMUNIDAD MUSICAL Y DEL CONSERVATORIO SUPERIOR NACIONAL DE MÚSICA
No es mi interés polemizar con el músico Lic. Julio Bueno, actual miembro de la Comisión Interventora del Conservatorio Superior Nacional de Música, cuyos títulos académicos jamás los he puesto en entredicho, ni tendría porqué hacerlo.
El hecho real es que en mi calidad de víctima de una agresión policial, que fue comandada por un grupo de personas que vinieron a tomarse el Conservatorio, cuyo origen todos desconocíamos, hice un pronunciamiento personal con mi nombre y apellidos, y el mismo que fue recogido como suyo por sendas asambleas de estudiantes y padres de familia.
Alrededor del problema generado, verdad es que llegó un mail, supuestamente suscrito por el Lic. Julio Bueno y que muchos de nosotros lo reenviamos (con “nosotros” me refiero a varios compañeros y compañeras). Luego vino una escueta aclaración del Lic. Julio Bueno indicando que tal comunicación era apócrifa, la misma que por mi parte, y con la seriedad que caracteriza a mis actos, cumplí con reenviarla.
No obstante, ha llegado un nuevo comunicado, esta vez, al parecer, OFICIAL de la Fundación Privada Teatro Sucre, pero referido a la gestión y méritos personales que el Lic. Julio Bueno ha cumplido en ella; lo que le avalizaría para figurar como interventor del Conservatorio Superior Nacional del Música, sobre cuya administración y gestión académica hace algunos reparos. En Definitiva, la Fundación Teatro Sucre asume:
La defensa de la Intervención al Conservatorio Superior Nacional de Música;
La legitimidad de la represión policial para haber irrumpido en el Conservatorio a fin de garantizar dicha Intervención;
La defensa del tipo de gestión que cumple el Lic. Julio Bueno, ante esa entidad Privada, que es la Fundación Teatro Nacional Sucre;
La condena a la gestión académica, a la capacidad de los maestros y al proceso de formación que se imparte en el Conservatorio; y,
Todas las denuncias sobre cobros indebidos, concesiones de Café-Net, del Bar y de las Academias Abiertas (yo estimo que no saben que el departamento financiero nos cobra valores por los que no dan recibos –COMO YO LO DENUNCIO EN MI MANIFIESTO-, pues este hecho es más grave que todos los anteriores, y a él no se refieren para nada).
PREGUNTO:
¿QUÉ POTESTAD TIENE LA FUNDACIÓN PRIVADA TEATRO NACIONAL SUCRE PARA TOMAR PARTIDO CORPORATIVO EN ESTOS ASUNTOS INHERENTES A UNA INSTITUCIÓN PÚBLICA DEL ESTADO PERTENECIENTE AL SISTEMA DE EDUCACIÓN SUPERIOR DEL PAÍS COMO ES EL CONSERVATORIO?.
Pues, mi Manifiesto se refiere precisamente a este tipo de intromisión, la misma que, al margen de los títulos y méritos del Lic. Julio Bueno, atenta contra nuestra dignidad institucional; viola todo principio de respeto a nuestra honra y a nuestra calidad de personas; y desconoce toda garantía legal y constitucional del Conservatorio. Como dice el adagio popular: “POR LA BOCA MUERE EL PEZ”. Expresamente en mi manifiesto señalo:
“... el personal del Teatro Sucre, señores: Diego Peña, Leonardo Cárdenas, Fanny Baylón, Efraín Villacís, encabezado por Julio Bueno Arévalo, irrumpieron en el CSNM, con dos camiones de policías armados, los mismos que no solamente rodearon el CSNM, sino que también ingresaron a la institución ilegalmente, todo esto para tomarse por la fuerza a la institución e imponernos como director al Sr. Fabricio Narváez, el mismo que es abogado personal del Sr. Julio Bueno”.
De otra parte, entre los puntos de la Respuesta Oficial de la Fundación PRIVADA Teatro Nacional Sucre, se denuncia al personal de la “Academia Abierta Eloy Alfaro” en estos términos: “... a decir de la Dirección Financiera, se han entregado parcialmente los recursos adeudando más de catorce mil dólares”. Esta afirmación, aparte de su curiosa sintaxis, contiene una, también curiosa, defensa implícita a la Dirección Financiera.
En todo caso, reitero que la intervención al Conservatorio Superior Nacional de Música, es ilegal e inconstitucional; y lo que en el fondo pretende no es “moralizar ni tecnificar”, sino todo lo contrario: tapar las incorrecciones y peculados del Departamento Financiero, como acabo de demostrarlo. Insisto: POR LA BOCA MUERE EL PEZ.
Ya que tantos fundamentos y razones tenían la Fundación Privada Teatro Nacional Sucre, el Lic. Julio Bueno y su equipo de abogados y defensores para intervenir al Conservatorio Superior Nacional de Música:
¿Por qué no instruyeron a la “altísima autoridad de educación como es el Director Nacional de Educación” (textual), y a los “profesionales de la sociedad civil y especialistas del Ministerio de Educación” (textual) PARA QUE FUNDAMENTEN Y MOTIVEN CON ESOS ARGUMENTOS Y ESOS HECHOS SU INTERVENCIÓN? (Si es que son verdaderos)
Los profesionales que asesoran al Lic. Julio Bueno y a la Fundación Privada Teatro Nacional Sucre, DEBEN SABER QUE TODA RESOLUCIÓN DE AUTORIDAD DEBE SER MOTIVADA. Y el documento firmado por el doctor Teodoro Barros Astudillo, Director Nacional de Educación, como “altísima autoridad”, no menciona NINGÚN HECHO que amerite o justifique la señalada Intervención. Solamente se nos notifica, después de la invasión y agresión, en un oficio del Dr. FABRICIO NARVÁEZ HERRERÍA: “... dígnesen encontrar el Oficio Nº 322-DINERE, del 26 de marzo 2009”, cuando la invasión al Conservatorio ya se produjo el 24, por eso firma en calidad de Director Ejecutivo encargado.
Quede claro que yo no insulto. Hablo con fundamentos y respondo por mis actos.
RATIFICO:
El rechazo a la Intervención al Conservatorio Superior Nacional de Música, por ilegal, inmotivada e inconstitucional como lo dejo demostrado.
El pedido de Auditoría Financiera y Administrativa, en la que se determinen todas las responsabilidades y se impongan las sanciones del caso.
Finalmente, llamo a la comunidad académica, a los compañeros estudiantes y a los maestros del Conservatorio para hacer causa común en la defensa de nuestra Entidad, bajo un proceso de autonomía inherente a toda Institución del Sistema de Educación Superior, pero tomando conciencia de las falencias que nos aquejan.

Quito, 7 de abril de 2009